lunes, 23 de mayo de 2016

Continuación de la historia

En la materia Practicas del Lenguaje trabajamos con un cuento y con el lo modificamos y pudimos darle un giro a su final.

Ambos caminaban por las playas desoladas donde la hija de Silverio Funes había sido vista por última vez. Funes, sigue buscando a su hija desaparecida con la misma esperanza que tuvo el primer dia que se dispuso a encontrarla, aunque, con el alma destruida por el agobio de no tener pista alguna.
Sin rumbo alguno, guiados por las señales ,inexistentes aún,  que el vidente Daniel Hernández captaba de la hija desaparecida, ya hace un año, de Silverio Funes, comenzaban a desesperarse y hasta llegaron a pensar por un minuto en darse por vencidos pero el amor de Silverio Funes hacia su hija seguía vigente como el primer dia que la vio y le dio fuerzas para seguir.
Tan pronto como Daniel Hernández comenzó a percibir señales de la hija de Funes, comenzó a caminar más y más rápido captando cada vez más y más señales hasta que en un momento inesperado escucha gritos de dolor y suplica de una niña inundada en pánico, Hernandez sentía que lo peor estaba por suceder.
En el momento en el que Silverio estuvo al tanto de estas señales, las piernas parecían salirse de su cuerpo mientras corria y corria en busca de su pequeña. Corrio y corrio hasta chocarse con una cabaña hecha de paja y ahí fue cuando el miedo y la intriga inundaron sus pensamientos.
Tan pronto como tocan la puerta de entrada a la cabaña, se escucha un disparo en seco, ambos se miran llenos de pánico y con los ojos al borde del llanto, ya no quedaban muchas esperanzas. El corazón de Silverio late tan y tan fuerte que siente que se le va a salir de su cuerpo en el momento en el que encuentra a su hija descuartizada en la bañera de la choza. El, destrozado, cae de rodillas al piso, sosteniendo lo que quedaba del cuerpo de su hija, besándola y abrazándola como si de eso dependiera la vida de ella, o la vida de el..
Por otro lado, Hernandez encuentra el cuerpo del secuestrador y asesino con un disparo en la sien muerto en la cocina. Siente un sentimiento de culpa muy fuerte en su interior, no llego a tiempo para salvarla. Hernandez decide dejar a Silverio despedirse tranquilo de su hija y se va del lugar, reflexionando sobre lo pasado anteriormente.

Por último, Silverio Funes, tras llorar por su difunta hija, muere de un paro cardiaco, bañado en la sangre de su hija y con el alma llena de dolor y culpa.

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